Cada domingo en el cual hemos desarrollado
las sesiones del proyecto me invaden la emoción y los nervios de saber y no
saber lo que nos espera, el orgullo pues las actividades que realizamos son con
mucha dedicación, esfuerzo, sobre objetivos claros y con mucho cariño para la
comunidad, el día de hoy no fue la excepción.
Más que una labor académica, el proyecto ¡La
París despierta! representa un compromiso personal ante lo social. Si bien son pocos los miembros de la comunidad que participan en las
actividades que hemos realizado cuyos principios son la interacción social,
integración comunitaria, la recreación, el aprovechamiento de espacios públicos
me siento muy satisfecha con el trabajo que hemos realizado. Contar con el
apoyo y la participación constante de algunos vecinos señoras, señores, niños y
niñas quienes nos han expresado su cariño, nos han agradecido por nuestro
esfuerzo y que principalmente se han interesado por el bienestar de su
comunidad me incentiva a seguir esforzándome y hacer las cosas muy bien. Compartir,
conversar jugar con los niños y señoras, recibir invitaciones a almorzar o
tomar café a sus casas posterior al proyecto, escuchar expresiones como “no nos
abandonen” “las vamos a extrañar” “han logrado que la gente salga de sus casas
y que se interese por l comunidad” son
aspectos que he disfrutado mucho y por lo cual estoy sumamente agradecida. En
síntesis el contacto social me llena a seguir a delante, cada día estoy más
segura de la elección de carrera, sé que quiero ser una Promotora de la Salud
de excelencia que trabaje por el bienestar de las personas, la familia y la
comunidad.